Cuando somos bebés, las caricias y las palabras de cariño, por ejemplo, van modelando la forma en que nos relacionamos con el placer y el afecto, más allá de lo tradicionalmente sexual. Desde pequeños vamos desarrollando el famoso apego, a través de la relación con nuestros cuidadores primarios, por medio de los cuidados, el afecto y la consistencia de estos. A medida que crecemos, conocer y nombrar las partes de nuestro cuerpo, la incorporación de hábitos de autocuidado, comprender que nuestro cuerpo nos pertenece y que nadie puede hacernos daño son aspectos fundamentales de nuestra sexualidad.
Al llegar a la pubertad, experimentamos cambios físicos y hormonales. Comenzamos a sentir atracción por nuestros pares, nos interesamos por las relaciones amorosas y de amistad, y podemos descubrir la autoexploración y el autoplacer. Esta etapa puede ser confusa, y dependiendo del entorno que nos rodea, podemos desarrollar una relación de amor con nuestro cuerpo y sexualidad o una relación de desprecio y vergüenza hacia nuestro cuerpo y procesos corporales.
Llega la adolescencia y nuestra curiosidad sobre temas relacionados con la sexualidad aumenta. Podemos empezar a explorar diversas prácticas sexuales, nuestros pares se convierten en nuestros principales referentes, buscamos independencia e incluso deseamos diferenciarnos de nuestras madres o padres, trazando nuestro propio camino. La gestión de las emociones se vuelve crucial para conocernos mejor y relacionarnos con nuestro entorno.
Todo este proceso puede vivirse de manera individual y solitaria, con numerosas dudas, recurriendo a espacios no seguros como el porno o internet para encontrar respuestas a nuestras preguntas, ya sea por curiosidad o por necesidad, lo que podría llevarnos a lugares peligrosos. Sin embargo, existe la posibilidad de experimentar este periodo acompañados/as, con información científica adecuada a nuestra edad, lo que nos permite desarrollar relaciones saludables, tomar decisiones respetuosas con nosotros/as mismos/as y con los demás, y comprender nuestros límites y derechos.
Como puedes observar, la sexualidad se desarrolla gradualmente desde los primeros años y va más allá del acto sexual en sí. Incluye aspectos como el autocuidado, la prevención de abusos y violencias, el conocimiento del propio cuerpo, las amistades y relaciones amorosas, el consentimiento, el autoconocimiento y la gestión de emociones, así como el uso seguro de espacios digitales, entre otros. Por ende, la sexualidad se percibe como una experiencia interna, corporal y psicológica que se configura a través de la cultura y el entorno en el que se desarrollan las infancias (Prieto, 2002).
La mayoría de las personas evita hablar de sexualidad debido a la incomodidad que puede generar. A menudo, abordamos este tema de manera disimulada, susurrando o a través de bromas, ya que tendemos a asociar la sexualidad con lo oculto, la culpa e incluso con lo considerado como sucio, en lugar de verlo como algo natural. Transformar estas asociaciones no es sencillo, ya que están arraigadas en nuestra historia personal, entorno social y cultural.
Una vía para la transformación personal es cuestionarnos. Aquí te presento algunas preguntas que podrías plantearte:
- ¿Cómo es mi relación con la sexualidad?
- ¿Qué entiendo por sexualidad?
- ¿Con qué conceptos la asocio? ¿Vergüenza, miedo, placer, cuidados?
- ¿Me siento capaz de hablar abiertamente sobre temas relacionados con la sexualidad?
- ¿Cuáles son mis temores al abordar la sexualidad con mis hijos/as?
Te animo a que reflexiones sobre estas preguntas y consideres si hay aspectos en tus respuestas que te gustaría cambiar. Recuerda que estamos en constante proceso de aprendizaje y evolución.
Para hacer más fácil el proceso de crianza y acompañamiento en temas de sexualidad, te ofrecemos nuestro juego "Mi Cuerpo es Valioso": cartas diseñadas para acompañar la primera menstruación y la pubertad. El propósito de este juego es brindar herramientas lingüísticas simples y adecuadas para la edad, con el fin de facilitar esas conversaciones que suelen ser complicadas tanto para las familias como para los educadores. Buscamos crear espacios seguros que promuevan la construcción de vínculos de confianza.
Bibliografía
Álvarez Vázquez, F., & Balsa Sabbah, M. E. (2020). Soluciones en Sexualidad Infantil y Adolescentes: Estrategias Breves. Editorial Pax.
Cahn, L., Lucas, M., Cortelletti, F., & Valeriano, C. (2021). Educación sexual integral: guía básica para trabajar en la escuela y en la familia. Siglo Veintiuno.